Las redes sociales crecen rápidamente y su uso aún más.
La realidad es que este uso creciente que hacemos de los medios sociales a veces no es el mejor, o el más seguro, o el más adecuado.
Así como crece la vida digital de las personas el mundo también se va adaptando, como ya lo han hecho los buscadores de talentos o las empresas al contratar personal.
Ahora el asunto es el negocio de los seguros, sobre todo para los hogares.
Según el diario Telegraph de Inglaterra, entre los principales descargos de las empresas de seguro para no pagar este el de haber “Anunciando que está de vacaciones en las redes sociales”.
Si, así es, el poner que no vamos a estar en nuestro hogar es causal de no pago de un seguro; pero hay más.
Las actualizaciones de estado, en redes sociales, por parte de los adolescentes, anunciando fiestas en casa y, el hecho de que sus hogares resultan dañados, parece ser algo habitual y de resultado previsible.
Pero ¿qué sucede con una publicación inocente en Facebook o Twitter, de que usted estará fuera por unas vacaciones durante una semana?
Al igual que dejar una nota en la puerta de su casa anunciando cuándo regresará, publicar este tipo de información en los medios sociales podrían estar bajo una sección de "debe cuidar de” en alguna parte de la póliza.
Las empresas de seguro argumentan que: "Si un cliente ha demostrado ser irresponsable con la información que ha publicado en redes sociales, entonces esto puede afectar su reclamación en el caso de un robo. Sin embargo, la imprudencia tendrá relación con el número de amigos que tiene y el contenido de la información que se ha publicado".
Por ejemplo, con Facebook, el asegurador deberá considerar si los contactos son en realidad sus conocidos, o si usted tiene miles de amigos, o hasta las configuraciones de privacidad que tengamos en las redes sociales.
La sobreexposición de las personas en Internet en este momento puede llegar a causarles un problema con su póliza de seguros.
La primera barrera para proteger nuestra privacidad somos nosotros mismos.
La realidad es que este uso creciente que hacemos de los medios sociales a veces no es el mejor, o el más seguro, o el más adecuado.
Así como crece la vida digital de las personas el mundo también se va adaptando, como ya lo han hecho los buscadores de talentos o las empresas al contratar personal.
Ahora el asunto es el negocio de los seguros, sobre todo para los hogares.
Según el diario Telegraph de Inglaterra, entre los principales descargos de las empresas de seguro para no pagar este el de haber “Anunciando que está de vacaciones en las redes sociales”.
Si, así es, el poner que no vamos a estar en nuestro hogar es causal de no pago de un seguro; pero hay más.
Las actualizaciones de estado, en redes sociales, por parte de los adolescentes, anunciando fiestas en casa y, el hecho de que sus hogares resultan dañados, parece ser algo habitual y de resultado previsible.
Pero ¿qué sucede con una publicación inocente en Facebook o Twitter, de que usted estará fuera por unas vacaciones durante una semana?
Al igual que dejar una nota en la puerta de su casa anunciando cuándo regresará, publicar este tipo de información en los medios sociales podrían estar bajo una sección de "debe cuidar de” en alguna parte de la póliza.
Las empresas de seguro argumentan que: "Si un cliente ha demostrado ser irresponsable con la información que ha publicado en redes sociales, entonces esto puede afectar su reclamación en el caso de un robo. Sin embargo, la imprudencia tendrá relación con el número de amigos que tiene y el contenido de la información que se ha publicado".
Por ejemplo, con Facebook, el asegurador deberá considerar si los contactos son en realidad sus conocidos, o si usted tiene miles de amigos, o hasta las configuraciones de privacidad que tengamos en las redes sociales.
La sobreexposición de las personas en Internet en este momento puede llegar a causarles un problema con su póliza de seguros.
La primera barrera para proteger nuestra privacidad somos nosotros mismos.