Ya hemos discutido varios temas, que nos han llevado justamente a un punto en particular, el compartir demasiada información en la red.
En diversos post he comentado sobre Identidad Online, Relaciones Humanas en la Red, Branding Personal, Scoring Social y hasta Reputación Online y la memoria de la Red.
Pero ahora quiero comentar algo acerca de la sobre exposición de información o como se conoce en la web por su nombre en inglés “oversharing”; es considerada como el acto de compartir demasiada información personal en la web, información que bajo ciertas circunstancias o usos nos puede llegar a resultar incómoda o sencillamente inaceptable.
La red toca casi todos los aspectos de nuestras vidas, desde la forma en que la aplicamos en el trabajo, donde y como nos mantenemos informados, y hasta la forma en que nos relacionamos con amigos. El cambio ha sido tan brusco que algunas actividades que hasta hace poco eran de uso cotidiano han sido cambiadas por unos pocos sitios web, como ser la búsqueda de información en una enciclopedia o la guía telefónica.
Vivimos una época donde todos los seres humanos, incluso aquellos que no tienen contacto directo con la red están sujetos a un nivel de exposición pública increíble. La privacidad ha disminuido, la relación entre los distintos mundos de las personas es cada vez mayor y el hecho de como tu vida personal afecta tu vida laboral y viceversa ha variado sustancialmente en estos tiempos.
Esto se asemeja a la época en que los seres humanos vivian en pequeñas aldeas donde todos conocían todo de cada uno de los individuos de la aldea, si estaban enfermos, si comían o no, si trabajaban o no, absolutamente todo. El tamaño de las ciudades, la separación de los grupos de un individuo, laboral, familiar, amistad, etc. hicieron que se construyeran muros y sintiéramos cierto grado de privacidad, muros que Internet se ha encargado de derribar.
Pero un individuo puede asumir que las mismas leyes o normas sociales que protegen su privacidad en el mundo físico se aplican al mundo digital. La realidad es que las normas o reglas relativas a la privacidad en línea están aún en desarrollo, por lo que aprender a navegar por Internet con seguridad es esencial para mantener su privacidad.
Por ejemplo, el perfil de una persona en Facebook contiene fotos y otro tipo de información del ámbito familiar y su círculo de amistades, a diferencia del perfil de la misma persona en LinkedIn, donde se comparte la información relacionada al trabajo, aptitudes profesionales, capacidades, conocimientos, etc., todos ellos orientados al ámbito profesional.
Cuando esta información almacenada en los distintos perfiles y la de otros muchos rastros que vamos dejando en la red se mezclan, pueden producirse situaciones no deseadas por el individuo propietario de la misma, por lo cual es importante considerar que cosas compartimos en la red y con quienes.
Evidentemente la privacidad de la información es una responsabilidad individual, de cada uno de nosotros y de los permisos que concedamos en las redes sociales a las que pertenezca, sin embargo podría sorprenderse de la cantidad de información que puede estar en la red sobre su persona (si quiere ver cuan “expuesto” está pruebe por ejemplo en 123People.com)
Evidentemente el concepto de “demasiada información personal” es una definición completamente subjetiva, y que varía de persona a persona, y entre diferentes grupos generacionales; no es lo mismo para un nativo digital que hasta podría sentirse cómodo con esta “sobre exposición”.
En diversos post he comentado sobre Identidad Online, Relaciones Humanas en la Red, Branding Personal, Scoring Social y hasta Reputación Online y la memoria de la Red.
Pero ahora quiero comentar algo acerca de la sobre exposición de información o como se conoce en la web por su nombre en inglés “oversharing”; es considerada como el acto de compartir demasiada información personal en la web, información que bajo ciertas circunstancias o usos nos puede llegar a resultar incómoda o sencillamente inaceptable.
La red toca casi todos los aspectos de nuestras vidas, desde la forma en que la aplicamos en el trabajo, donde y como nos mantenemos informados, y hasta la forma en que nos relacionamos con amigos. El cambio ha sido tan brusco que algunas actividades que hasta hace poco eran de uso cotidiano han sido cambiadas por unos pocos sitios web, como ser la búsqueda de información en una enciclopedia o la guía telefónica.
Vivimos una época donde todos los seres humanos, incluso aquellos que no tienen contacto directo con la red están sujetos a un nivel de exposición pública increíble. La privacidad ha disminuido, la relación entre los distintos mundos de las personas es cada vez mayor y el hecho de como tu vida personal afecta tu vida laboral y viceversa ha variado sustancialmente en estos tiempos.
Esto se asemeja a la época en que los seres humanos vivian en pequeñas aldeas donde todos conocían todo de cada uno de los individuos de la aldea, si estaban enfermos, si comían o no, si trabajaban o no, absolutamente todo. El tamaño de las ciudades, la separación de los grupos de un individuo, laboral, familiar, amistad, etc. hicieron que se construyeran muros y sintiéramos cierto grado de privacidad, muros que Internet se ha encargado de derribar.
Pero un individuo puede asumir que las mismas leyes o normas sociales que protegen su privacidad en el mundo físico se aplican al mundo digital. La realidad es que las normas o reglas relativas a la privacidad en línea están aún en desarrollo, por lo que aprender a navegar por Internet con seguridad es esencial para mantener su privacidad.
Por ejemplo, el perfil de una persona en Facebook contiene fotos y otro tipo de información del ámbito familiar y su círculo de amistades, a diferencia del perfil de la misma persona en LinkedIn, donde se comparte la información relacionada al trabajo, aptitudes profesionales, capacidades, conocimientos, etc., todos ellos orientados al ámbito profesional.
Cuando esta información almacenada en los distintos perfiles y la de otros muchos rastros que vamos dejando en la red se mezclan, pueden producirse situaciones no deseadas por el individuo propietario de la misma, por lo cual es importante considerar que cosas compartimos en la red y con quienes.
Evidentemente la privacidad de la información es una responsabilidad individual, de cada uno de nosotros y de los permisos que concedamos en las redes sociales a las que pertenezca, sin embargo podría sorprenderse de la cantidad de información que puede estar en la red sobre su persona (si quiere ver cuan “expuesto” está pruebe por ejemplo en 123People.com)
Evidentemente el concepto de “demasiada información personal” es una definición completamente subjetiva, y que varía de persona a persona, y entre diferentes grupos generacionales; no es lo mismo para un nativo digital que hasta podría sentirse cómodo con esta “sobre exposición”.